domingo, 24 de marzo de 2013

Corto documental "Cursos de la periferia"

Compartimos el corto documental "Cursos de la periferia", que pudimos ver y debatir con su autor, Amaury Santana, durante el ciclo "Geografías de la exclusión":
Además pueden escuchar la sesión con la introducción de Davide Payser y el debate posterior moderado por Amaury Santana y Mariano de Santa Ana. Cursos de la perifería.



viernes, 22 de marzo de 2013

Sábado 23 de Marzo a las 21.00 en el Café d´Espacio. Pascual Serrano nos hablará de cómo la tecnología ha cambiado nuestras mentes

Mañana sábado 23 de marzo a las 21.00 en el café d´Espacio, Pascual Serrano presenta su último libro: La comunicación jibarizada. Cómo la tecnología ha cambiado nuestras mentes.
El periodista Pascual Serrano es fundador del periódico digital Rebelión, y autor de diversos libros entre los que destacan: “Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo”, “Traficantes de la información, la historia oculta de los grupos de comunicación españoles”, y “Contra la neutralidad. Trás los pasos de John Reed Ryzard Kapuścińsky, Edgar Snow, Rodolfo Walsh y Robert Capa”, entre otros.
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Como el propio Pascual Serrano nos adelanta en su web: 
La reducción de la calidad de la información, asociada a la velocidad de las tecnologías, está produciendo fenómenos nuevos como la tuiterización de la forma de expresión, así como de la misma información. Se reducen los contenidos, se reducen las maneras de comunicarse, se jibariza el mundo.
Revolución tecnológica, predominio audiovisual, Internet, redes sociales, saturación informativa, obsesión por la inmediatez: tablets, smartphones, wifi, Twitter, Facebook, SMS, WhatsApp, Google, PowerPoint. Los contenidos son instantáneos, sensacionalistas, emotivos, huecos. Todo lo que no cumple con estas premisas es apartado de la agenda. Estamos tan ocupados, distraídos o abrumados por la información que nos llega que resulta difícil darnos cuenta de la forma superficial y “jibarizada” que adopta y del modo en que influye en nuestra manera de consumirla e interiorizarla.
Resultado: destierro de la profundización, pérdida de la capacidad autónoma de reflexión, incapacidad para la elaboración independiente de conclusiones y, por último, ausencia de una mirada crítica de los acontecimientos.
Pero esta obra no tiene como objetivo embestir contra nuevos soportes, formatos, lenguajes y formas de comunicación. Su objetivo es sencillamente advertir de algunos peligros e intentar influir en la aceptación pasiva y sumisa que mucha de esta nueva tecnología, con sus correspondientes formatos, está provocando en la ciudadanía.
lunes, 18 de marzo de 2013

Jueves 21 de marzo. Exclusión social: Barrios y clases sociales en Las Palmas, por José Antonio Younis y Antonia Medina Alemán.


El próximo jueves 21 de marzo a las 19:30 en el Café d`Espacio concluimos el módulo de Geografías de la Exclusión con la intervención de José Antonio Younis y Antonia Medina Alemán, “Exclusión social: Barrios y Clases sociales en las palmas.”
Sin duda, un buen final para este módulo donde hemos reflexionado desde diferentes ámbitos sobre el nexo entre geografía urbana y exclusión social, reflexión muy centrada en la realidad de nuestra isla.
Para introducir la sesión del próximo jueves rescatamos una cita del estudio “Apoyo social comunitario y actitudes de cambio en el barrio de el Lasso”, coordinado por el propio José Antonio Younis, que pertenece al proyecto “Realidades urbanas de la vida en Común”.


Una gran parte de la problemática detectada en este estudio permite comprobar el efecto poderoso que en las personas tiene ser de un grupo social u otro. Efecto que se comprueba por la precaria naturaleza de los apoyos sociales y por cómo son percibidos por los encuestados; por la casi desaparecida participación social y por la fina capa de integración social, que resta sentido de comunidad.

Si queremos, podemos seguir mareando la perdiz. Pero si hemos llegado a este punto en el que el activismo social de los profesionales quiere dejar de ser una mera ocupación profesional de “seriedad muda” (y ciega) para la que nos pagan un sueldo mediante subvenciones propagandísticas o sueldos mercenarios, facilitando que las administraciones sigan conteniendo la miseria y poniendo límites al cambio social de mayor alcance, es necesario trabajar sobre las conciencias, la de lo propios políticos (moralmente) y las de la gente afectada (críticamente). (...)
A estas alturas, ya se sabe que todo era una mentira bien engrasada con buenas palabras.
Por lo visto, el criterio para diferenciar qué requiere atención económica urgente y qué no, tiene más que ver con la riqueza que con la pobreza. Los de abajo pedimos para vivir y los de arriba para negociar con nuestras vidas. En palabras de Antonio Madrid:
Es decir, hay personas cuyos sufrimientos cuentan y hay personas cuyos sufrimientos no cuentan. El sufrimiento de los grupos sociales hegemónicos tiende a ocupar el centro de la política, mientras que el sufrimiento de los grupos sociales subalternos queda situado en sus arrabales. Unos administran mayores y mejores recursos de protección, mientras que los otros quedan más expuestos ante el sufrimiento y las causas del mismo. ”
jueves, 14 de marzo de 2013

Carta abierta a las entidades organizadoras de la segunda simulación de un campamento de refugiados

Les rogamos que no frivolicen con el dolor humano”.

El anuncio de la convocatoria de la “Segunda simulación campamento de refugiados” por parte del Centro Universitario de Cooperación Internacional al Desarrollo (CUCID) de la ULPGG, para jóvenes universitarios/as en colaboración con ACNUR (Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiado), CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado), Cruz Roja (Centro de Ayuda Humanitaria y Emergencias), Médicos del Mundo y la BRILCAN (Brigada de Infantería Ligera Canarias) ha preocupado a entidades y colectivos sociales de Gran Canaria, isla donde esta previsto que se realice dicha actividad entre los días 9 y 10 de marzo.

En calidad de personas comprometidas con la solidaridad y la construcción de un mundo en paz les rogamos que reconsideren la conveniencia de llevar a cabo esta actividad por las siguientes razones:

En primer lugar, por lo que supone frivolizar situaciones tan difíciles como las que pretenden simular. El drama humano que significa el desplazamiento forzoso para las personas víctimas de conflictos armados o catástrofes naturales y las precarias condiciones de vida en las que se ven obligadas a sobrevivir no es ni de lejos reproducible en una “representación teatral” de una acampada de fin de semana.

Creemos que actividades de este tipo, en las que se pone el acento en la aventura o el entretenimiento -tal como refleja el eslogan publicitario: “¿te lo vas a perder?”-, en lo más absoluto ayudan a concienciar a nuestros/as jóvenes. Lejos de sensibilizarlos/as sobre las causas por las que han llegado a encontrarse en situación de vulnerabilidad quienes se ven obligados/as a asilarse en un campo de refugiados/as, se les ofrece una visión superficial, más propia de un reality show o un parque temático. Y así queda patente en el programa de actividades previsto centrado en las cuestiones técnicas de supervivencia, relacionadas con las condiciones de vida en un campo de refugiados/as.

En segundo lugar, nos parece muy desafortunada la participación del ejército en dicha actividad. Además de promocionar la diplomacia humanitaria coercitiva, de nefastas consecuencias en conflictos como los de Irak o Afganistán y más recientemente en Libia, contribuye a legitimar el papel de los ejércitos en la acción humanitaria.

Conflictos como los de Somalia, Sierra Leona o Angola han demostrado que cuando las actividades de paz o estabilización militar incluyen a la ayuda humanitaria como una herramienta para la consecución de objetivos políticos y de seguridad, los actores de la ayuda quedan deslegitimados y se ven privados de acceso a las poblaciones atrapadas en situaciones de conflicto. La imparcialidad inherente a la ayuda humanitaria se ve inevitablemente comprometida al ser asociada con la intervención militar.

En estas situaciones, el objetivo de impedir la violación de los derechos humanos es reemplazado por la defensa del despliegue de la ayuda humanitaria. Convirtiendo “lo humanitario” en sustituto de la acción política al olvidar que los derechos humanos son realizados por las personas y requieren cambios en las instituciones y las estructuras de los estados. Sin olvidar que la utilización de militares para el reparto de ayuda humanitaria ha sido fuente de disfunciones, tal y como denunciaron las ONGs tras el terremoto de Haití, calificándola de ineficaz, sesgada e inadecuada.

En tercer lugar, consideramos que este tipo de actividades contribuyen a legitimar la creciente “securitización” de la ayuda, que subordina la agenda del desarrollo a los imperativos de la seguridad y el antiterrorismo. Al tiempo que sirven como coartada para que se siga considerando AOD (Ayuda Oficial al Desarrollo) buena parte de los gastos de las operaciones militares del ejército español en el exterior. Más grave aún si cabe en una coyuntura como la actual de drásticos recortes en los fondos de ayuda al desarrollo y en la cual, al mismo tiempo que se destinan 5 euros a cooperación por habitante, son 368 euros los que se invierten en gastos militares.

Por ello, y para finalizar, invitamos a las ONGDs participantes en esta “simulación” a recuperar campañas como la denominada “Dividendo por la Paz”, promovida hace algunos años por la coordinadora de ONGDs, y cuyo objetivo era lograr la utilización alternativa de los recursos invertidos en gastos militares para cubrir las necesidades sociales, de paz, ambientales y humanas de nuestras sociedades y de los países del Sur.

Alternativa Antimilitarista-MOC.
Asociación Canaria de Economía Alternativa.
Asociación Canaria Siembra.
Cobas-Sindicato de Comisiones de Base.
Comité Canario-Boliviano de Solidaridad con Bolivia-Tarpuy.
Coordinadora Canaria por la Paz.
Coordinadora por la Salud y la Sanidad Pública
Foro Crítica y Sociedad.
Izquierda Unida Canaria.
Red Canaria en Defensa del Sistema Público de Servicios Sociales-REDESSCAN.
lunes, 11 de marzo de 2013

Cuarta sesión del II módulo: "Cursos de la periferia"


El próximo jueves 14 de marzo continuamos con la cuarta sesión del módulo II del Curso de Crítica de la Cultura Capitalista. Esta vez tienen la palabra (y la imagen) el cineasta Amaury Santana y el periodista e historiador del arte Mariano de Santa Ana. Asistiremos a la proyección del corto documental "Cursos de la periferia", rodado para esta ocasión en algunos barrios de Las Palmas, y trataremos de debatir sobre la geografía urbana que habitamos, la identidad de nuestra ciudad y su modelo de crecimiento, los espacios compartidos y las problemáticas de la habitabilidad, su historia reciente y la memoria silenciada.

La cita es de nuevo en el Café d´Espacio (C/Cebrián, 54) y a las 19:30.   



Recuerden que el Curso de Crítica a la Cultura Capitalista está pensado como un proyecto de formación política que nace con el convencimiento de que la reflexión crítica ejercida de manera colectiva es una herramienta imprescindible para todas aquellas personas y colectivos sociales que quieran transformar el sistema capitalista.

En su módulo Geografías de la exclusión, estamos reflexionando sobre el papel que juega el espacio en la dominación social, y cómo la configuración del espacio responde a los intereses del capital. La centralidad del automovil privado, la desaparición del mundo rural o el progresivo abandono de nuestros barrios y pueblos en favor de la metrópoli, son algunas de las formas en las que el capitalismo configura nuestros espacios y, con ellos, nuestra propia vida, con especial incidencia en las personas más vulnerables.

Ahí va el cartel informativo con el resto de presentaciones-debates, en los que esperamos verles:
sábado, 9 de marzo de 2013

Crónica a varias voces del recorrido a pie por el risco de San Antonio y el barrio de El Polvorín – “La mediación urbana en la ciudad consolidada”


Para la segunda sesión del módulo Geografías de la exclusión, las participantes contaríamos con la presencia de Vicente Díaz, profesor en la Escuela de Arquitectura de la ULPGC, y componente del equipo de arquitectos Arquypiélago, dedicado al estudio y la difusión de la arquitectura social, que, como ellos mismos explican, “nació con la intención de aportar otra visión de la ciudad, el territorio, y de los factores que le afectan, poniendo en valor el carácter social del hábitat, apostando por trabajar en la arquitectura, el territorio y sus márgenes, y sobre su capacidad de generación de calidad de vida”. Esta vez, en lugar de quedarnos en el salón del centro social, la propuesta consistía en recorrer a pie el risco de San Antonio y el barrio de El Polvorín, y así poder hablar de “La mediación urbana en la ciudad consolidada”.


El arquitecto como traductor

Tras un breve saludo en la esquina de Cebrián con Eusebio Navarro, procurará Vicente, desde el pie de las escaleras de la cuesta del Conde Albrit hasta el momento de despedirse, mostrarnos otra visión de nuestra ciudad y animarnos a la reflexión y el debate sobre la arquitectura. Antonio tomaba algunas notas: “En muchos temas, nuestra sociedad presenta un preocupante bajo nivel de debate. El exceso de información, la partitocracia o las décadas de retraso en el camino hacia una democracia participativa, pueden ser algunas de las razones que nos están impidiendo avanzar colectivamente en los debates en torno a la educación, sanidad, sostenibilidad o modelo productivo. La arquitectura y la reflexión sobre la ciudad están igualmente aquejadas de ese pobre nivel de debate. Solemos movernos en la superficie de los problemas sin apenas tiempo o capacidad para profundizar.”

A lo largo del recorrido pudimos detenernos en edificios que vemos diariamente sin prestarles atención, como el del Cabildo Insular de Gran Canaria, una de las principales muestras de estilo racionalista del arquitecto Miguel Martín-Fernández de la Torre. Al asomarse el grupo al Castillo de Mata, suspendido del filo del siguiente risco, retendrá la compañera Marifé una de las ideas que nuestro amigo arquitecto expresa: “Un principio que se puede aplicar en muchos campos es el de `menos es más´”. Quería decir con esto que no por añadir –materiales, dinero, formas– vamos a obtener más calidad. En la recuperación de esta fortaleza, como en otros proyectos, se han ampliado los plazos, los presupuestos, el proyecto en sí. ¿Con qué fines? Probablemente con ninguno que tenga que ver con la calidad artística, y sí con intereses particulares. Sin embargo, Vicente nos anima a no caer en la simplificación de pensar siempre en el pelotazo: “Conozcamos a fondo las intenciones arquitectónicas”.


En general durante el ascenso al barrio de El Polvorín, Vicente nos acercaba dos lenguajes que suelen aparecer separados, el de la arquitectura y el del sentido común. De esta forma reivindicaría nuestro arquitecto que los de su profesión no sólo deben jugar un papel de técnicos o de creadores, sino también de traductores. Un arquitecto que posee un saber técnico debería hacer el esfuerzo por traducir ese conocimiento al lenguaje del sentido común, para escuchar y atender las peticiones de todas las personas. En este sentido, es preciso tener en cuenta que las obras de los arquitectos no están hechas para ser contempladas en un museo, sino que se convierten en nuestro paisaje cotidiano, incluso en nuestro propio hogar. Por tanto, todas tendríamos que disfrutar de la posibilidad de dialogar sobre aquello que nos afecta directamente.

Las viviendas de El Polvorín
 
La falta de diálogo entre conocimiento técnico y sentido común se hace especialmente tangible cuando hablamos de los edificios destinados a la vivienda. Y ese distanciamiento es aún más llamativo cuando –como sucedió en el proceso de rehabilitación de El Polvorín– ya se conoce quiénes son los vecinos que van a vivir en los nuevos edificios.

La ausencia de esa figura del arquitecto-traductor y la poca voluntad de hacer partícipes a los vecinos de lo que iban a ser sus viviendas –existió un equipo de mediadores que sí entabló un diálogo con el barrio, pero fue prácticamente ignorado por las otras partes–, hicieron que el proyecto de realojo en las viviendas de este barrio dejara muy insatisfechos a sus habitantes. El arquitecto había diseñado un edificio con la intención de hacer una obra de calidad alejada de los proyectos típicos destinados a vivienda de protección oficial. La obra, incluso, sería luego reconocida en diferentes publicaciones de arquitectura por su calidad técnica, algo que no es común en este tipo de viviendas. Pero el impedir la participación de los vecinos en el diseño de lo que iba a ser su hogar, provocó que, desde el mismo día de abrir las puertas de las casas, pocos estuvieran contentos con el resultado –en las semanas posteriores, llegaron a exigir en los periódicos que se demolieran y se construyeran otras–.


Como todas las actividades del Foro Crítica y Sociedad, también esta desembocó en un sustancioso debate, que decidimos celebrar en el propio patio exterior del edificio. Se abordó, nos recuerda también Marifé, la cuestión de la investigación: la vivienda pública, por lo general, se construye según un modelo clásico –comedor, cocina, dos habitaciones, techos a la misma altura–, lo cual responde a condicionantes culturales, cómo concebimos los modelos de familia, de vida; a medida que van cambiando esos modelos surgen nuevas necesidades, y ahí la investigación en nuevos espacios puede ayudarnos en nuestra evolución y no frenarnos. Esta reflexión nos invita a no catalogar la innovación como algo negativo, poco práctico, a no rechazarla por principio.

Para que haya claridad

El debate, claro, no se quedó en eso. Dio para remover muchas más aguas, pues tampoco bastaba la innovación por sí sola, ni como prioritaria sobre otros factores, al menos no si se busca realmente satisfacer las necesidades de los usuarios. Esto nos lo hacían obvio las propias explicaciones de Vicente –“si se fijan, en los libros de arquitectura nunca aparecen personas”, le habíamos oído antes de sentarnos–, y también la mera observación del innovador edificio cuestionado, desde fuera y desde su interior –unos cuantos coincidimos en la sensación de haber atravesado los corredores de una penitenciaría–. Pero, sobre todo, nos abrió los ojos el testimonio que una de las vecinas se animó a compartir con el grupo de visitantes, y que nosotros reproducimos ahora literalmente gracias al aparato que nos grababa la voz:

“Para no tener niños y no tener muchos [...] está bien, pero lo que es para habitarla... Para saberla vivir, sí, pero en general, no, porque todo el mundo no se adapta. Y, además, esas rejas, ¿qué hacemos nosotros ahí? Lo único que tenemos es el aire para respirar y para cambiar [...], y tenemos esas rejas ahí. Que he visto humo por ahí y he tenido que coger la llave y correr a ver de dónde... salir de mi casa. Que si me pasa hoy en día no puedo hacerlo, porque tengo una nieta con nueve meses, y no voy a dejarla sola. Y me desespero yo en la ventana, sin poder asomar la cabeza, sin saber de dónde viene el humo.”

“Otra cosa: la oscuridad. La luz. Como un día se corte la luz, ¿cómo bajamos nosotros de noche por las escaleras? No hay claridad ninguna. Porque a las seis de la mañana, nada... Hoy, por ejemplo, cortaron el agua y la luz, y mirabas para allá y veías... pero en el centro no se veía nada.”

“Yo, la primera vez que vi esta vivienda... a mí nunca me gustó. Pero una vez me dijeron que eran dúplex, y dije `ay, dúplex, qué bien´. Me metí ahí, y estaba la gente por ahí trabajando, me metí de entrometida... y llegando me desalé, me asusté un montón, porque no vi a nadie, como si me fuera a perder. Una sensación tan rara. Corrí.”

“Me enseñaron la casa, vi el pasillo de abajo muy estrecho. Después, la primera habitación pensé que era un ropero. [...] Pensé yo `¡ay, qué lindo, un ropero!´, y luego dije `no, eso es una habitación´. Me pareció muy estrecha, y me pensé para mí `y si engorda uno, ¿cómo va a caber por ahí?´”

“Pero, ¿sabes cómo está el agua y todo el piso cayéndose? ¿Usted ha visto, ha pasado al garaje? Pues está esto, cayendo agua... y los primeros pisos. Que digo yo que las casas están mal hechas, porque tienen las tuberías entre los techos, entre las paredes de los vecinos... [...] Pasé el otro día y tienen los techos caídos y todo, los primeros pisos.”

 “¿El aparcamiento funciona?”, le preguntó Vicente. “El aparcamiento también está cerrado, perdiendo agua abajo...”, explicaba ella. “No funciona. Nunca ha funcionado”, insistió el arquitecto. “No, nunca. Y a mí me ha dicho mucha gente que ha entrado aquí, que han ido a arreglar fontanería: `no vayan ustedes abajo, que se les va la casa abajo´. A los pisos esos se les están cayendo los techos. Y abajo tienen todas las tuberías por fuera, del sótano, y a cada momento tienen que venir a arreglarlas. Y dentro de poco tiempo, las casas son nuestras. Ya eso no está para nosotros.”

“Pobres como nosotros –porque si tuviera para pagar un alquiler, me habría marchado–, mire, tengo que encender la luz del baño por la mañana, la luz de la cocina, del cuarto de abajo... Del cuarto de allá no, porque quité todo lo que es la madera. Para que haya claridad.”

Bartolomeo, un estudiante venido de otro país que se nos sumó este día, le pregunta cuánto tiempo llevaba viviendo ahí. “Desde hace, por lo menos... desde el 2004.”

Le dimos las gracias a la vecina de El Polvorín por compartir parte de su experiencia con nosotros, y luego del debate le dimos las gracias por lo mismo a Vicente Díaz.


 
miércoles, 6 de marzo de 2013

Jueves 7 de Marzo a las 19:30 nueva sesión del módulo geografías de la exclusión


Mañana jueves 7 de marzo a las 19:30 en el Café d´Espacio el Foro Crítica y Sociedad continúa con el curso de crítica a la cultura capitalista.

La siguiente sesión del módulo que ahora nos ocupa, Geografías de la exclusión, lleva por título Castigar a los pobres, donde intervendrán Antonio Aizpuru y Alexis Moreno.
Esta sesión estará centradas en dos de los espacios de exclusión por excelencia: los barrios periféricos olvidados y las cárceles.
Para introducir la sesión haremos uso de la obra del sociólogo Loïc Wacquant que está trabajando sobre la conexión entre marginalidad urbana, cárceles y neoliberalismo.
Una de sus tesis centrales es el estrecho vínculo que se da entre el ascenso del neoliberalismo con su sumisión al libre mercado, la santificación de la responsabilidad individual en todos los ámbitos y la escalada de las políticas punitivas:

La nueva técnica gubernamental de contención a través del castigo aborda la creciente marginalidad urbana. Esta técnica alberga la difundida angustia social que viven las zonas media y baja del espacio social como reacción a la fragmentación del trabajo asalariado y el resurgimiento de la desigualdad y la convierte en una animosidad popular contra los beneficiarios de la asistencia y los delincuentes callejeros, considerados como categorías gemelas pero separadas y calumniadas que cercenan el orden social mediante su moralidad pervertida y su conducta disipada, categorías que, por lo tanto, deben recibir una severa vigilancia. Así, el nuevo gobierno de la pobreza, inventado por EEUU para normalizar la inseguridad social, aporta un nuevo sentido a la noción de ayudar a los pobres: la contención punitiva ofrece ayuda no a los pobres, sino de los pobres, al hacer, por un lado, “desaparecer” por la fuerza a los más perturbadores de las listas de beneficiarios de la asistencia, cada vez menos abultadas, y por el otro, al ejercer su acción en los atestados corredores del “castillo” carcelario.
 Loïc Wacquant. Castigar a los pobres. Página 416


Pueden consultar el resto de presentaciones en el siguiente enlace: Geografías de la exclusión.

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