viernes, 20 de mayo de 2016
presentación del libro : Boicot a Israel
COLONIALISMO ,POSTCOLONIALISMO: FRONTERAS Y OTREDAD
Presentación del libro:
Boicot a Israel escrito por Jesus Valencia . Editorial Txalaparta
Presentación del libro:
Boicot a Israel escrito por Jesus Valencia . Editorial Txalaparta
El
libro comienza por describir la historia trágica del pueblo
palestino y su lucha diaria por recuperar su tierra en un contexto
internacional de culpabilidad Europea tras la II Guerra Mundial. En
esta breve introducción se describe la planificación de Ben Gurion,
el plan Dalet, de limpieza étnica de los palestinos, y su ejecución
implantada por la invasión de las milicias sionistas en, según el
mito sionista, ‘una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra'.
Esta sección no solo nos presenta con la realidad historiográfica
robada y soslayada del pueblo Palestino, sino que detalla con
precisión los acontecimientos que llevaron a Israel a masacrarlos y
desterrarlos con la complicidad de los poderes fácticos de aquel
entonces como el rol militarista de Gran Bretaña, la desigual
partición del territorio dividido por la ONU, y el apoyo
incondicional de su homólogo estadounidense a favor de los colonos
sionistas.
Tras
una breve descripción de los acontecimientos más recientes y tras
procurar desmitificar los mitos sionistas, Jesús hace eco del
llamado solidario de más de 170 organizaciones de la sociedad civil
palestina por acoplarse a la campaña del BDS. De esta forma e
inspirada en la batalla que se dio por acabar con el apartheid en
Pretoria, Sudáfrica, la actual plataforma del BDS se plantea tres
cosas:
- Acabar con la ocupación y la colonización de las tierras árabes y desmantelar el muro.
- Reconocer los derechos en igualdad de condiciones de los ciudadanos arabo-palestinos en Israel.
- Respetar, proteger y promover los derechos de los refugiados palestinos para su retorno de acuerdo con lo estipulado en la Resolución 194 de la ONU.
La
campaña del movimiento del BDS no esta dirigido a la población
judía ni a los israelís por ser judíos, sino al Estado de Israel y
a las instituciones que colaboran con la represión y el racismo del
pueblo palestino.
Se
plantea como una metodología que abarca distintas dimensiones como
la académica, la cultural y la política, y proyecta una acción
colectiva entre los activistas internacionalistas para estancar el
colaboracionismo con base en el extranjero, que legitima y plasma la
ocupación sobre el terreno.
El
boicot comercial de productos hechos en tierras robadas está
dirigido contra la complicidad de compañías que apoyan el
apartheid, lo cual merma los flujos comerciales y deterioran la
imagen de normalidad y eficiencia que los sionistas tratan de
proyectar.
Por
otro lado, una de las medidas anti-apartheid en el ámbito
universitario está siendo la cancelación de los acuerdos de
cooperación con centros universitarios israelís, ya que estos
centro discriminan a la población palestina dentro de Israel y
producen un conocimiento y una historia unidimensional
propagandística que legitima la ocupación israelí, por el cual
queda eliminado cualquier trazo de memoria histórica palestina. Es
claro que muchos lugares ahora renovados para el público Israeli
como los parques naturales se han visto legitimados por placas y
conjeturas falsas producidos en las instituciones universitarias
financiados por el gobierno Israeli donde anteriormente residían
pueblos y comunidades palestinas; una medida de limpieza étnica.
También
es importante dar la batalla en el área cultural y el arte, ya que
los artistas pro-palestinos siempre son denegados un espacio en su
territorio y son sustituidos por representantes israelíes no solo a
una escala nacional sino a un nivel internacional viéndose
representados en las mejores plataformas, los mejores teatros, cines
etc. Estos artistas israelíes ejercen como un agente del Estado que
tratan de lavar la imagen de los crímenes que ocurren en palestina,
cada uno de ellos pagados por el director general de asuntos
Culturales del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí para
elucidar una imagen de Israel congruente con su pensamiento colonial.
Es por esta razón que el BDS no persigue el arte y la culturas sino
que intenta desenmascarar a los profesionales que utilizan sus
habilidades al servicio de una política injusta y criminal.
De
la misma manera Israel hace uso de un lavado de imagen rosa para
percibirse como un Estado que respeta los derechos humanos de la
comunidad LGBT (gays y lesbianas) mientras que las distrae de la
violación sistemática de los derechos humanos de la población
palestina. Esta política no solo distrae al público de la verdadera
representación de Israel sino que produce lo que se puede denominar
un tipo de ‘homonacionalismo’ que identifica las posiciones
políticas del Estado Sionistas con las de la comunidad LGBT, lo cual
a la vez participa en un racismo islamofóbico institucionalizado que
considera a la población musulmana necesariamente homófoba u
obviando la discriminación sufrida en su propio país.
El
nerviosismo de Israel es palpable ya que la campaña del BDS está
surgiendo un efecto importante sobre su aprobación mundial hacía un
público cada vez más critico con sus políticas. Esto demuestra la
reacción estrepitosa de sus embajadores y sus defensores que definen
la campaña como una ‘amenaza estratégica’ y la aprobación de
leyes que permiten perseguir a todos aquellos artistas, académicos o
asociaciones que se nieguen a actuar o a dar conferencias en las
colonias construidas en los territorios ocupados.
Aquellos
que nos identifican a nosotros como intolerantes o no liberales se
olvidan de la atrocidades de Israel, su maquinaría propagandística
y su inequívoco poder sobre la población palestina. Ante estas
acusaciones habría que darles a entender que los palestinos reclaman
su libertad, lo cual obliga uno a que se posicione en un conflicto
desigual, obviando la neutralidad que osan legitimar ciertos
regímenes autoritarios y por el cual se encubre con facilidad una
neutralidad falsa de complicidad. Por eso les pedimos a la población
que no se queden inmóviles, sino que sean partisanos y que tomen
partido en favor de la dignidad de los pueblos.
Por
último, habría que cualificar que la campaña del BDS es una
herramienta y no un fin en si mismo. La batalla a largo plazo es
conseguir la libre determinación del pueblo palestino pero sobre
todo terminar con el racismo que acarrean años de colonialismo
occidental, que en parte importante es culpable por la representación
actual del oriente y, en gran parte del problema palestino,
constituido desde la mirada occidental como un otro, un ser distinto,
salvaje, misterioso y sumiso. En otras palabras se tiene que acabar
con el orientalismo que ejerce su poder a través de nuestra mirada
aún colonial para luchar por un humanismo que afirme la vida, la
justicia y la dignidad de todos los pueblos, como bien lo afirmaba el
intelectual palestino Edward Said.
Nancy Oblitas *
Recordando la NACKBA (catástrofe) del pueblo palestino del 15 de mayo de 1948, que tras 68 años seguimos asistiendo a la colonización israelí.
*BDS Canarias, Cardióloga del WHC de Palestina, AMP y Acción solidaria con Palestina
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