martes, 23 de abril de 2013
Módulo III del CCCC: Historia y actualidad de los movimientos sociales
Frente a la injusticia y la pobreza no basta la indignación. De ahí que vuelva a escucharse con fuerza la pregunta “¿Qué hacer?” Por un lado, la política profesional parece abocada a reproducir un orden injusto. Su descrédito es casi total. Por otro, los movimientos sociales canalizan tanto el nuevo ciclo de protesta como las acciones urgentes de resistencia ética. ¿Son suficientes? ¿No exige la resistencia ética y social una estrategia política para revertir realmente la situación? ¿Qué significa hoy actuar políticamente? Ahora bien, ¿tiene sentido una iniciativa meramente partidista sin un proyecto de profunda transformación cultural? O, dicho de otra manera, ¿es posible aspirar a la democracia sin cuestionar el capitalismo como destino final de la historia?
Ante estas preguntas, proponemos, en el módulo III del Curso de Crítica a la Cultura Capitalista, el siguiente itinerario. Para empezar, mirar al pasado. La primera sesión presenta una visión panorámica desde el movimiento obrero hasta el Foro Social Mundial. Revisar la continuidad y las diferencias entre ambos ya nos sitúa en la encrucijada política actual. Sigue la tentativa de abrir algunas puertas de la “memoria peligrosa” de Canarias: las experiencias del grupo Latitud 28 y de la Unión del Pueblo Canario (UPC). En ambos casos el objetivo no es la nostalgia ni el homenaje, sino la distancia crítica con el presente. Esta pretensión política de reanimar el pasado la resumía así Theodor Adorno: “De lo que se trata no es de conservar el pasado, sino de dar cumplimiento a las esperanzas pasadas”.
Y en esa tarea aparece la actualidad de la desobediencia civil —concretamente, ante la insoportable injusticia de los desahucios— como una vía que activa las nuevas conexiones entre éticas de la resistencia y estrategia política. En el fondo, se trata de rastrear cómo las experiencias de solidaridad directa podrían crecer hasta un horizonte cultural y político más amplio. Por ello, en la última sesión del módulo, nos ocuparemos de los proyectos emancipadores de Bolivia y Venezuela, donde la transformación política conlleva una sólida expresión de cambio socio-cultural.
Ante estas preguntas, proponemos, en el módulo III del Curso de Crítica a la Cultura Capitalista, el siguiente itinerario. Para empezar, mirar al pasado. La primera sesión presenta una visión panorámica desde el movimiento obrero hasta el Foro Social Mundial. Revisar la continuidad y las diferencias entre ambos ya nos sitúa en la encrucijada política actual. Sigue la tentativa de abrir algunas puertas de la “memoria peligrosa” de Canarias: las experiencias del grupo Latitud 28 y de la Unión del Pueblo Canario (UPC). En ambos casos el objetivo no es la nostalgia ni el homenaje, sino la distancia crítica con el presente. Esta pretensión política de reanimar el pasado la resumía así Theodor Adorno: “De lo que se trata no es de conservar el pasado, sino de dar cumplimiento a las esperanzas pasadas”.
Y en esa tarea aparece la actualidad de la desobediencia civil —concretamente, ante la insoportable injusticia de los desahucios— como una vía que activa las nuevas conexiones entre éticas de la resistencia y estrategia política. En el fondo, se trata de rastrear cómo las experiencias de solidaridad directa podrían crecer hasta un horizonte cultural y político más amplio. Por ello, en la última sesión del módulo, nos ocuparemos de los proyectos emancipadores de Bolivia y Venezuela, donde la transformación política conlleva una sólida expresión de cambio socio-cultural.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Visitas
0 comentarios:
Publicar un comentario